Los mejores pronósticos se han cumplido hasta ahora, 5 de los 6 pollos reintroducidos en Madrid este año permanecen en el área de estudio después de 3 meses desde su liberación.

Durante los tres meses que llevan volando, los movimientos de las cinco jóvenes águilas de Bonelli que fueron liberadas mediante el método de hacking en la Sierra Oeste de Madrid se han caracterizado por estar muy vinculados a esta zona.

El seguimiento durante estos primeros meses ha sido constante, realizándose a diario desde primera hora de la mañana, mediante observación directa y foto-trampeo, y comprobando la buena alimentación de las águilas y la evolución de sus vuelos.

El más joven y el último en comenzar a volar, Zahara, macho procedente de cría en cautividad de UFCS (Francia), es el ejemplar más vinculado al punto de alimentación, del cual no se ha alejado más de 2,5 km.

Las otras cuatro, Játar, Haza, Rómulo y Remo, procedentes de Andalucía (las dos primeras) y de cría en cautividad de GREFA (las dos últimas), han prospectado un mayor área en torno al punto de liberación, e incluso realizando vuelos exploratorios más lejanos y en pareja (es el caso de Játar y Remo, que volaron juntas hasta el norte de la provincia de Toledo, a 54km al suroeste del hacking). Estos vuelos más lejanos no se dieron hasta la última semana del mes de Agosto, momento en el cual, todos ellos superaron los 30km de distancia al área de liberación.

A día de hoy, todos ellos están presentes en la zona de liberación, haciendo uso de los puntos de alimentación a diario y durmiendo juntos en el entorno del hacking.

Todos estos movimientos los conocemos, como en otras ocasiones, gracias al emisor gps que portan las cinco águilas, tres de ellas llevan además adosado un emisor terrestre (Rómulo, Haza y Zahara) que nos permite conocer su actividad durante su seguimiento diario.

Comparativamente con otros años el periodo de estancia (periodo de dependencia al área natal o hacking) de las jóvenes águilas está siendo mucho más prolongado, lo que parece indicar la necesidad de alargar indefinidamente la alimentación suplementaria, mientras los ejemplares permanezcan en el area de reintroducción o en su entorno, pues el objetivo de esta acción principal es que las águilas terminen emparejándose y criando en la zona centro peninsular, Navarra, Álava y Mallorca.

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